No sé tú, pero yo sigo oyendo «Boh, lo siento, ¡tengo mil cosas en este momento!», aunque el «en este momento» puede alargarse unos cuantos meses. De alguna manera, la gente de nuestro sector está siempre estresada, no tiene más tiempo y apenas sabe cómo gestionar todas las cosas que tiene que hacer. El resultado: cada vez más problemas de salud (espalda, cuello, manos, etc.) y agotamiento. Pero, ¿qué puedes hacer tú? Eres autónomo y te las arreglas como puedes.
¿Por qué hoy en día la industria está tan apurada y estresada? ¿Dónde han quedado los días dorados en los que todo era más fácil?
Dicen que cada vez hay más requisitos formales. Pero si observas de cerca estos requisitos, te das cuenta rápidamente de que llevan mucho tiempo en vigor. Salvo algunas excepciones locales, no es que las autoridades estén realizando más controles, sino menos, ya que están reduciendo su personal en lugar de aumentarlo. En realidad, el tatuaje o el piercing en sí no se han vuelto más complicados, sino más fáciles, ya que cada vez es más fácil conseguir equipos mejores.
Entonces, ¿por qué nuestro sector es cada vez más estresante?
Hoy he oído «miedos existenciales» como respuesta a esta pregunta. Y, efectivamente, algo de eso hay. El número de estudios se ha multiplicado en los últimos años. El mercado es cada vez más estrecho y la clientela cada vez más exigente. De repente nos encontramos en un entorno competitivo y todo el mundo sabe instintivamente que no todos sobrevivirán.
Los métodos son cada vez más duros y, en algunos casos, más despiadados. La cohesión del sector se está desmoronando. E independientemente de lo bueno que sea tu propio trabajo, siempre te ronda por la cabeza la pregunta: ¿estoy haciendo lo suficiente? ¿Suficiente publicidad, suficientes valoraciones de 5 estrellas, suficientes publicaciones, suficientes «me gusta», suficientes proyectos, suficientes plazos, suficiente para sobrevivir?
Aunque suelo esforzarme por sugerir al menos una solución para todos los problemas de nuestros artículos, aquí no puedo hacerlo. Es cierto: no todo el mundo sobrevivirá. Y como alguien que ya ha empezado de cero dos veces, también sé lo amargo que puede ser. Pero mirando atrás, también puedo decir que todas las veces fue bueno. A veces hace falta una pequeña catástrofe para dar a nuestras vidas una sacudida en una dirección diferente.
Mi humilde consejo es: confía en ti mismo. Pase lo que pase: encontrarás tu camino, de una forma u otra. Y como dicen los lugareños: «es küt wie’s küt». Haz el trabajo que te haga feliz y hazlo de la forma que te haga feliz y no te preocupes por el resto.
Con esto en mente, volvemos de nuestras vacaciones de verano y deseamos a todo el mundo un buen comienzo tras sus, esperemos, merecidas vacaciones.
Atentamente
