En relación con nuestra agenda en KissCal, seguimos oyendo que la gente tiene miedo de que la Agencia Tributaria le eche un vistazo. Afortunadamente, esto no puede ocurrir con el nuevo GDPR, ya que podemos remitir a las autoridades al propietario de los datos. Si sigues preocupado por esto, puede que te interese lo que le ocurrió a uno o dos de nuestros colegas en Austria.
Allí, el inspector de Hacienda fotografía los calendarios de papel con una cámara digital, luego extrae las imágenes con un programa especial en el ordenador y puede leer todo lo que se ha borrado en algún momento. El resto que sigue debería estar claro para todos.
Y por si no todo el mundo lo sabe: estás obligado a entregar tus calendarios, 10 años retrospectivamente. Si faltan, el auditor puede añadir una facturación anual del 5-15%, por la que entonces hay que pagar el IVA y el IRPF.
Es sólo cuestión de tiempo que las autoridades alemanas copien esta tecnología. Y como ya he dicho: 10 años con carácter retroactivo. Nuestro consejo: aprovecha las muchas opciones de modelos legales de ahorro fiscal. Todo lo que necesitas es un asesor fiscal competente y quizás 150 euros por un asesoramiento personalizado y experto.
Atentamente