
Allí, el inspector de Hacienda fotografía los calendarios de papel con una cámara digital, luego extrae las imágenes con un programa especial en el ordenador y puede leer todo lo que se ha borrado en algún momento. El resto que sigue debería estar claro para todos.
Y por si no todo el mundo lo sabe: estás obligado a entregar tus calendarios, 10 años retrospectivamente. Si faltan, el auditor puede añadir una facturación anual del 5-15%, por la que entonces hay que pagar el IVA y el IRPF.
Es sólo cuestión de tiempo que las autoridades alemanas copien esta tecnología. Y como ya he dicho: 10 años con carácter retroactivo. Nuestro consejo: aprovecha las muchas opciones de modelos legales de ahorro fiscal. Todo lo que necesitas es un asesor fiscal competente y quizás 150 euros por un asesoramiento personalizado y experto.
Atentamente
